La nueva cara de
BELLAVISTA
Un sueño hecho realidad, así se puede definir el increíble cambio que significó la renovación de esta arteria, ubicada en el corazón del emblemático barrio Bellavista, que busca de una vez por todas dejar de lado el estigma de núcleo bohemio para convertirse en un lugar reconocido por su actividad artística y cultural.
TEXTO Katherin del Solar H. – FOTOS Natalia Vega R.
BELLAVISTA
Un sueño hecho realidad, así se puede definir el increíble cambio que significó la renovación de esta arteria, ubicada en el corazón del emblemático barrio Bellavista, que busca de una vez por todas dejar de lado el estigma de núcleo bohemio para convertirse en un lugar reconocido por su actividad artística y cultural.
TEXTO Katherin del Solar H. – FOTOS Natalia Vega R.
Tras seis meses de intenso trabajo, hoy caminar por la calle Pío Nono se transforma en toda una aventura, pues al más puro estilo de los barrios turísticos a nivel mundial, esta arteria cargada de historia y tradición, nos entrega la unión de dos mundos o mejor dicho, de dos realidades completamente opuestas, ya que además de ser el corazón del barrio Bellavista, es el límite entre las comunas de Recoleta y Providencia, pero lejos de convertirse en la división de ambas, se ha vuelto un verdadero punto de unión.
Veredas más amplias, nuevo mobiliario urbano, estacionamientos subterráneos e incluso una ciclovía, son parte de los cambios que muestra Pío Nono, que con una inversión cercana a los 450 millones de pesos, fue remozada desde el puente que pasa por el río Mapocho, hasta la entrada del Zoológico Nacional Metropolitano.
El comienzo de un sueño
Para lograr que este barrio pudiera mostrar una nueva cara, la clave fue la participación ciudadana. Según cuenta Paulina Ahumada, Asesora Urbanista de la Secretaría de Plani
ficación Comunal (SECPLAC) de Recoleta, “para lograr este proyecto se hizo una charrette, que es una reunión participativa de vecinos y autoridades, para poner de acuerdo a dos comunas para que postularan a proyectos y conseguir la plata. Se postuló por tres años hasta que se consiguió dinero del Fondo de los Espacios Públicos Patrimoniales del Ministerio de Vivienda. Finalmente, con estos recursos que son aproximadamente 500 millones de pesos o incluso más, porque ambos municipios pusieron plata en cosas que no cubría el proyecto, comenzaron las obras gracias al SERVIU Metropolitano”, según afirma.En la calle Purísima 260, cuando hablan de la renovación de Pío Nono, todo es felicidad. Allí se encuentra ubicada la junta de vecinos número 35 de Recoleta que, en conjunto con la unidad vecinal número 13 de Providencia fueron los pioneros del proyecto. Aseguran que durante décadas los vecinos de Bellavista han aportado en grandes iniciativas, con las que han recuperado fachadas, jardines, veredas, tiendas y galerías, entre otros. En el caso de Pío Nono, aseguran que es algo histórico, porque “se trató de un proyecto largamente anhelado, propuesto e impulsado por la comunidad, en un trabajo conjunto de los vecinos, artistas, empresarios, los municipios y el MINVU”. Por eso, según la ministra de esta área Patricia Poblete, con esto se ha dado un enorme ejemplo de participación y “es así como se mejoran barrios y ciudades”, según afirmó a Ciudad Viva.
El sueño continúa
Los vecinos de Bellavista definitivamente se la juegan, por eso, no sólo se conformaron con ver “hermoseado” su barrio, sino que quieren convertirlo en zona típica, legitimar así su patrimonio histórico y su estilo de vida barrial.
Dicha solicitud ya fue acogida a trámite por el Consejo de Bienes Nacionales, puesto que según el artículo segundo de la Declaración de Zona Típica, cualquier autoridad puede solicitar por escrito al Consejo de Monumentos Nacionales que una población o lugar sean declarados como tal.
Por ahora, como dice Juan Eduardo Donoso, presidente de la Junta de Vecinos nº 13 de Providencia, “a los vecinos no les queda otra que esperar”, pero mientras tanto, siguen trabajando para hacer de este barrio un lugar que mantenga sus raíces, donde se viva la diversidad y confluyan personas de todos los estratos sociales, con el único objetivo de conservar la tradición urbana de este sector fundado a fines del siglo XIX.
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